¿Cómo encontrar el amor?

La Ley Universal de la Atracción dice que atraeremos hacia nosotros a las personas, ideas, cosas, acontecimientos y circunstancias que concuerdan con nuestro estado interior. En otras palabras, atraemos las experiencias que son consistentes con nuestras creencias y pensamientos. Si creemos que hay mucho amor en el mundo y que merecemos dar y recibir ese amor, atraeremos un tipo de relaciones diferentes a las que alguien que crea en la escasez de amor o que se sienta indigno de encontrar la felicidad. Si creemos que en el mundo hay amistad y amor, entonces será eso lo que experimentemos la mayor parte del tiempo. Si creemos que el mundo es un lugar caótico, estresante y temible, entonces ésa acabará siendo nuestra realidad. Por lo tanto, creer y saber que tu alma gemela existe es un primer paso vital en la búsqueda de la persona amada en tu vida.

La cuestión es que no hace falta que sepas cómo, cuándo o dónde aparecerá tu alma gemela. Lo que tienes que hacer es desarrollar la creencia que existe y que lo encontrarás cuando llegue el momento.

Por eso mismo es necesario comenzar a desmontar algunos de los pensamientos negativos que tienes sobre ti. Sin darte cuenta, puedes haber creado a lo largo de los años ideas en lo más hondo de tu corazón, piensa por ejemplo, ¿Crees que eres alguien a quien se puede amar?, si estás leyendo esto, seguramente sí. ¿Por qué? Porque la gente amable siempre desea más amor en su vida. Pero si crees que no se te puede amar, debes comenzar a cuestionar esas creencias. Hay mucha gente atractiva, exitosa y soltera que tiene algunas ideas negativas, que los limitan cuando se trata de buscar a su alma gemela. Dentro de la lista de ideas erróneas que te cierran las puertas al amor suelen estar preguntas como: ¿soy demasiado mayor?, ¿estoy muy gordo o de mal aspecto?, las dudas respecto de si soy una fracasado, o por el contrario tengo demasiado éxito y muy poco tiempo, terminar creyendo que: “todos los que valen la pena ya tiene pareja”, “nadie que me guste se interesará por mí”, o ”no creo que realmente le guste a nadie”. Empieza por recordar un momento tus peores encuentros románticos: las personas que no fueron amables y cariñosas contigo, a quienes te gustaría olvidar, quienes te hicieron daño, traicionaron tu confianza e hicieron que cerrases tu corazón. Imagina que esos amantes del pasado están frente a ti, permítete sentir el dolor que te causaron. ¿Qué idea de ti mismo tenías para tolerar esa clase de comportamiento? Acaso no merecías nada mejor o no tenías derecho a pedir más... ¿Que no eras una persona a la que se pudiera amar?

Ahora, respira hondo y piensa si estás dispuesto a desprenderte de esas creencias. Medita tu respuesta, y si realmente estás dispuesto dejarlas ir, imagínate tomando entre tus manos todos esos sentimientos dolorosos, desilusiones y frustraciones y lanzándolos fuera de ti hacia tus viejos amores, quienes permanecen frente a ti. Tómate un momento para notar cómo te hace sentir eso. Imagina que tienes en tu mano un aerosol con el cual estás apuntando a tus ex-amantes. Vas a apretar el rociador, y cuando lo hagas, todas esas personas y todos esos recuerdos dolorosos van a quedar atrapados dentro de una gran burbuja. Disfruta la sensación de congelar y capturar cada uno de esos recuerdos, tristes experiencias, desilusiones y creencias negativas, que ahora están completamente fuera de ti, alejados... Respira hondo y disfruta de esa libertad. Imagina que en tu otra mano sostienes una aguja larga y afilada. Quizá sonrías al imaginar lo que vas a hacer, así que cuando estés listo, coge la aguja y pincha la burbuja. Contempla cómo estalla y desaparece completamente en el aire. Ahora estas personas se ha ido de tu conciencia, y con ellos todos los sentimientos dolorosos, las experiencias del pasado y las creencias que te limitan. Experimenta la sensación de no cargar más con el peso de tu pasado, siente esa libertad y el alivio.

En lo más profundo de tu corazón debes creer y saber que tu amor está allí para ti, que mereces que se cumplan tus deseos y mereces dar y recibir amor. Si aún no lo crees, intenta en este momento convencerte que el amor está de camino y que cada día se acercará más. Aprovecha este momento para pensar en todo lo que puedes ofrecer. Si lo has olvidado, el amor que das y compartes, la ternura y calidez que destilas y todos los demás talentos que tienes, es lo que se regresará a ti.