La práctica de enviar mensajes de texto tiene sus reglas. No se trata sólo de la gramática o la ortografía, imagínate lo fatal que te ves cuando escribes mal, también tienes que considerar los límites que impone la situación, por ejemplo no puedes enviar ese saludo de “buenos días, amor”, si lo conociste anoche. Ten en cuenta que con un solo mensaje puedes hacer que él salga corriendo definitivamente o que muerda un anzuelo irresistible. Según Mike Masters, autor del libro Text Appeal for Girls, hay tres reglas básicas que se deben tener en cuenta al momento de intercambiar mensajes con ellos y no perder el juego:
Controla esa terrible incertidumbre y ansiedad que sientes cuando mandes un mensaje, pasan las horas y al parecer ¡él no se digna a contestar! Perder la cabeza en este punto puede provocar una pelea con tu chico o alejar al que apenas estás conociendo. Dice Masters: “para ganar necesitas mostrar cierta auto-moderación y entender que tal vez él no le dé el mismo peso e importancia que tú le das a ese texto”, eso no significa que tú no le importes.
Lo recomendable es esperar y no armar una gran escena porque no contestó. Si es tu chico se pondrá en contacto contigo y te explicará por qué no escribió antes y si es sólo aquel galán que conociste el viernes, entonces abstente de mandarle otro texto hasta que te responda, así sabrás si realmente está interesado en ti.
Masters dice que es mejor no enviar mensajes a menos que él lo haga. Piensa que de esta manera le haces ver que tú eres importante. Si eres de las que después de la cena le quieres enviar un mensaje por whatsapp para reafirmarle que estuvo increíble, detente y controla esas ganas. Así, lo acostumbraras a que tú eres quién lo busca y él no se tomará la molestia de hacerlo porque supondrá que en cualquier momento tú lo harás. No lo dejes creer que “te tiene segura”, toma el control del coqueteo no escribiendo mensajes hasta que él tome la iniciativa. Y cuando esto suceda, sé la que termine la conversación, toma las riendas despidiéndote tú primero, así, aunque sólo estés descansando en tu sofá, le transmites que eres una chica ocupada y solicitada.
Aunque tu chico ya haya entendido que te gusta recibir sus mensajes sorpresa o se reporte al menos una vez al día, no hagas de este medio una forma de correspondencia con cartas de ocho páginas. Sea tu novio o tu reciente conquista da lo mismo, siempre intenta ser breve en tus mensajes, y transmitir lo que quieres decir en la menor cantidad de mensajes posible, pero sin escribir de manera monosilábica, fría y engreída. Sólo intenta no mandarle mensajes demasiado extensos que parecen pergaminos complicados de leer. Ellos agradecen muchísimo leer ese “Te amo, baby” en una sola página y no en cinco.